V Forum Latino en Red

Argumento

Si bien, coloquialmente, solemos referirnos al silencio como algo unitario y hablamos de "la cultura del silencio", hay silencios y silencios.

Lacan ofrece una distinción aclaradora cuando enuncia:"Taceo no es Sileo" [1]. El silencio del Taceo está del lado del callar, de la palabra no dicha; mientras el Sileo se liga al "quedarse sin palabras", al vacío de lo que no puede decirse, a ese real que nos constituye y nos hace hablar. El Taceo da cuenta de la inhibición o la represión – ¿ la palabra amordazada? –; En cambio, el Sileo señala lo imposible de decir… ¿cómo bordearlo?

En un país devastado por la pobreza y la precariedad; donde las segregaciones, la intolerancia y la corrupción han generado un clima de impotencia, temor y desesperanza, imperan los discursos de odio que polarizan y un empuje al autoritarismo amenazan la libertad de palabra y destruyen el tejido social.

Sin embargo, Lacan nos enseña que "no hay palabra sin respuesta, incluso si no encuentra más que el silencio, con tal de que se tenga un oyente…"[2] Es decir que al dirigir la palabra, se instala el Otro y se hace posible el encuentro y el lazo social.

Romper el silencio del Taceo e intentar bordear el del Sileo para causar un bien decir, es la apuesta del discurso analítico en el mundo político.

Lorena Greñas *